Domingo 7. Su Historia

Lunes, martes, miércoles 3………...Jueves, viernes, sábado 6 . Esta dulce cancioncita entonada según la leyenda, por unas brujas justicieras en un claro del bosque, es una pista solitaria e inútil, que no ayuda a descubrir la razón por la que esta fecha es tratada de manera tan generosa por nuestra memoria, sin embargo la respuesta es más simple que lo que creemos.

¿Cómo le llamaría al embarazo involuntario? es posible que la mitad le responda: "salir con domingo siete" y la otra mitad por supuesto responderá otras frases que es mejor ni imaginar.

. "Salir con domingo siete" se usa comúnmente cuando una mujer resulta embarazada sin tener compromiso conocido y no sabemos desde cuándo. Cierto es que no hay sonntag 7 ni sunday 7 ni domenica 7. “Salir con domingo siete” es aparentemente de uso sólo en Hispanoamérica y en el idioma castellano.

No existe en otras lenguas pero en América es de uso desde Méjico hasta Chile. La leyenda no nos dice más de lo que casi todos sabemos pero con algunas diferencias. A veces los protagonistas son dos hombres y otras veces son mujeres, pero la versión que más se conoce es esta de los vecinos (uno rico y apuesto y el otro pobre y jorobado) que vivían en un mismo pueblo sin nombre.

Un día como muchos, el pobre jorobado salió en busca de trabajo pero, a diferencia de ocasiones anteriores esta vez salió con un rumbo distinto al de siempre pensando ilusionado en que su suerte podría cambiar. Anduvo por el bosque hasta casi llegada la noche y ya perdía las esperanzas cuando a lo lejos divisó un resplandor como el de una fogata.

Se subió a un árbol para poder observar tranquilamente la reunión. Era un aquelarre, una fiesta de brujas. Bailaban alrededor del fuego brindando y así comenzaron a cantar: "Lunes y martes y miércoles tres, lunes, martes y miércoles tres…

El pobre jorobado supuso que cantar siempre la misma canción sería aburrido entonces cuando las cantoras llegaron a "miércoles tres", gritó: ¡Jueves, viernes y sábado seis! Las brujas pararon de cantar, el jorobado se aterrorizó, estaba seguro de que lo iban a matar. Pero las brujas miraron arriba, hacia el lugar desde donde salió la voz y le dijeron: Baje hombre ¿qué hace allí trepado? No se preocupe, le estamos muy agradecidas porque nos ayudó a alargar un poco nuestra canción.

En recompensa le quitaron la joroba y le dieron una gran cantidad de oro. Al llegar al pueblo el vecino rico le preguntó ¿De dónde has sacado tanto oro? Mientras el pobre ex jorobado le contaba dónde y cómo, el rico planeó hacer lo mismo para ampliar su riqueza y así lo hizo: fue al mismo lugar de noche y encontró la fiesta de las brujas cantoras, se trepó al mismo árbol y escuchó la canción: Lunes y martes y miércoles tres, jueves viernes y sábado seis…

La repetición del canto empezó a impacientarlo y cuando llegaron a "sábado seis" pegó el grito: ¡domingo siete! Las brujas enardecidas por la infeliz intervención bajaron al hombre del árbol a la fuerza y luego de maltratarlo regresó al pueblo pobre y portando la vieja joroba del vecino pobre. Para ubicar un sentido histórico debemos recurrir a estudios del Génesis y el desarrollo de las guerras santas. Según el calendario hebreo el mundo corre en el año 5769 a diferencia del cristiano que es 3761 años más joven. Según la tradición judía el Hombre fue creado no el sexto día como dice la Biblia (en sábado) sino el domingo siete de octubre del 3761 antes de Cristo (entiéndase en términos cristianos).

Es esta relación cercana entre crear al Hombre y engendrarlo la que origina el uso de nuestra frase: Domingo siete alude a la creación de Adán desde tiempos inmemoriales y también se usa con ironía desde mucho, para la gestación de los bebes que llegan “por la gracia de Dios” y a cuyos padres posiblemente no se conozca.

Pero ¿por qué en Hispanoamérica? Esa razón tiene su origen en marzo de 1492, año no sólo del descubrimiento sino también de la expulsión de los sefarditas de la península ibérica y aun no estaba claro si sería el judaísmo o el cristianismo la religión prevaleciente en el nuevo continente que sería poblado por conversos.

Posteriormente esa población era aún reacia a guardar los domingos a la manera cristiana y por el contrario continuaba guardando el sábado (sabbath). Recordemos que así como para los cristianos el día sagrado es el domingo, para los judíos es el sábado y para musulmanes el viernes. Por eso en América latina se suele descansar sábados y domingos.

En Brasil aún quedan señales de esas tradiciones. Los días no llevan nombres y el lunes es la segunda feira o segundo fuego refiriéndose a que, en ese día se enciende la segunda de las siete velas del candelabro para marcar que es el segundo día de la semana.

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Fuente: Terra Perú